Los PodCast como herramienta para la
ciber - terapia
I.- Título del Proyecto
Los PodCast como herramienta para la ciberterapia
II.- Resumen
Se define a la ciberterapia como la aplicación de una psicoterapia específica
(generalmente, cognitivo-comportamental) en la cual la interacción paciente-terapeuta
está mediada por herramientas tecnológicas de comunicación e información. De igual
manera, puede afirmarse que la ciberterapia es el uso de tecnologías informáticas y
comunicacionales con la finalidad de aplicar de manera novedosa formas tradicionales de
psicoterapias.
El presente trabajo se redacta con carácter de información para el fin de la carrera
de Psicología. La iniciativa de este proyecto es en beneficio de los usuarios de las
tecnologías nuevas que quieran actualizar su información acerca de la ciberterapia, para
ello se ha realizado un consenso de información del que debe tener conocimiento toda
aquella persona que desee recomendar la ciberterapia, utilizarla, promoverla, añadirle
nuevos conceptos y considerar el valor que está tomando en este nuevo tiempo que nos
ha tocado vivir. Y como herramienta en esta ocasión son los PodCast.
Ambas herramientas unidas para el fin de la psicología que a continuación se darán a
conocer aquel lazo que las une.
IV.-Justificación
Existen en el mundo, todo tipo de personas, muchas de ellas que necesitan de una
orientación en su vida, algunas que deben enfrentar algún temor, comprender porque
les tocó vivir esta vida y si no lo consiguen pueden caer en cuadros depresivos, suicidio,
exclusión social, etc. Pues los podcast que en conjunto con la ciberterapia, nos ayudaran
a sobresalir en el mundo lleno de competitividad de una forma quizás más reservada,
para evitar algún tipo de vergüenza que sienta el cliente, esta sería una solución
irremplazable.
V.- Objetivos
1. Es suma la importancia del conocimiento respecto a la ciberterapia y su ayuda que
da el Podcast. Su objetivo es el conocimiento del usuario respecto a estos dos
temas.
2. Es el ciberespacio, la ciberterapia y el ciberpaciente mantener una relación de
aquel fin con el que se hace este proyecto. De una de las maneras mas fáciles,
didácticas e ingeniosas maneras de poder ayudar a los demás.
3. El podcast permite difundir contenidos de forma simple sobre la plataforma web en audio.
Y es que con mayor facilidad se puede llegar a los demás
4. El podcast permite dirigirse a un público específico o bien delimitado: Gracias a la
naturaleza de Internet es posible alcanzar de forma cercana a públicos reducidos o con
intereses específicos.
5. El podcast permite entregar contenido de forma regular y periódica. La lógica de emisión/
suscripción en la que se basa el podcasting, facilita la generación y entrega de contenidos
de forma periódica y regular.
VI.- Marco Teórico (desarrollar esquemas de contenidos)
Ciberterapia
Se ha utilizado el término telepsychology (tele-psicología) para referirse al uso de las tecnologías
de telecomunicación que permiten poner en contacto a los pacientes con profesionales de la
salud, y para mantener contacto más fluido mediante el correo electrónico y/o el teléfono,
siempre como complementos de la terapia convencional. En función de esto, se definió a la
telepsicología como una rama de la teleasistencia, con características similares a las de la
telemedicina (Rey, Alcañiz & Lozano, 2004; Castelnuovo, Gaggioli & Riva, 2002), siendo “la
distancia” entre el prestador del servicio de salud y quien lo demanda la característica esencial del
sistema. El prefijo tele se adiciona precisamente para indicar la distancia física-espacial entre el
prestador del servicio y el receptor o beneficiario del mismo; un ejemplo de ello son los servicios
de asistencia al suicida mediante teléfono.
A partir de los avances tecnológicos y las nuevas aplicaciones que fueron surgiendo en Internet,
se comenzó a utilizar el término cyber-therapy o e-therapy (ciberterapia), como área o rama de la
ciberpsicología (cyber-psychology) o psicología del ciberespacio. El término ciberterapia describe
el uso de tecnologías avanzadas como complemento de distintas formas de psicoterapia
(Wiederhold & Wiederhold, 2005), donde la característica esencial no es la distancia pacienteterapeuta sino el uso de las nuevas tecnologías para diagnóstico, consultas, supervisión,
información, educación e intervención psicoterapéuticas.
Derrig-Palumbo & Zejne (2005) se refieren a esto como terapias on-line; no obstante, esto es
técnicamente incorrecto, ya que on-line hace referencia únicamente al uso de herramientas de
comunicación sincrónica y mediante redes, lo que es una parte de laciberterapia pero no alcanza
para describirla en toda su dimensión; las aplicaciones psicoterapéuticas on-line responden más al
concepto de telepsicología.
La denominación cyborg psicotherapy de Fink (1999) no parece apropiada, ya que, literalmente,
puede traducirse como psicoterapia aplicada a/de/para cyborgs, esto es, a/de/para organismos
cibernéticos que combinan aspectos fisiológicos con componentes electrónicos.
En consecuencia, parece haber una confusión cuando se usan los términos ciberterapia,
telepsicología, cyborg psicotherapy y terapias on-line como sinónimos. Adoptamos el primero de
ellos por su precisión y adecuación a las prácticas específicas de la psicoterapia psicológica.
Entonces, se define a la ciberterapia como la aplicación de una psicoterapia específica
(generalmente, cognitivo-comportamental) en la cual la interacción paciente-terapeuta está
mediada por herramientas tecnológicas de comunicación e información. De igual manera, puede
afirmarse que la ciberterapia es el uso de tecnologías informáticas y comunicacionales con la
finalidad de aplicar de manera novedosa formas tradicionales de psicoterapias.
En ambos casos, la característica central no es la distancia paciente-terapeuta, sino el uso del
poder y las ventajas de la comunicación sincrónica y asincrónica de las prestaciones de Internet y
los teléfonos móviles, y la posibilidad de generar entornos virtuales mediante Realidad Virtual, con
el fin de potenciar los beneficios de la psicoterapia tradicional (Luque, 2007).
Ámbitos y tipos de aplicaciones
La ciberterapia se ha desarrollado rápidamente durante la última década. Han sido significativos
los progresos obtenidos en el tratamiento de trastornos de ansiedad y fobias, particularmente
en relación a la fobia social. También es utilizada en desórdenes de la alimentación y en
dismorfofobia, ante procedimientos médicos dolorosos o displacenteros, y como apoyo en
rehabilitación neuropsicológica.
En todos los casos, las aplicaciones de ciberterapia se apoyan en los recursos de la terapia
cognitiva tradicional. No se trata, entonces, de una nueva psicoterapia sino de modificaciones
en el dispositivo terapéutico tradicional, ya que se incluyen las nuevas tecnologías en su
implementación. Así, a la hora de hablar de resultados significativos o eficacia, los ciberterapeutas
analizan los potenciales beneficios de la ciberterapia por comparación con la eficacia ya probada
de la terapia cognitiva tradicional.
Actualmente se llevan a cabo estudios en relación a adicciones, manejo del estrés, depresión,
déficit atencional y también con agresores sexuales (Galimberti et al, 2006; Manzini et al, 2008;
Morganti, 2006; Pioggia et al, 2008; Rose et al, 1998; Wiederhold & Wiederhold, 2005).
En cuanto a las formas de aplicación, estas varían según los trastornos y son la psicoterapia
individual, grupal, de autoayuda y rehabilitación neuropsicológica. Las variaciones en la
aplicación dependen de factores como el rol que el psicólogo cumple en el proceso terapéutico,
las herramientas tecnológicas aplicadas, y el espacio en que se lleve a cabo el proceso
psicoterapéutico.
En relación con este último punto, se podrían reconocer tres variantes según la manera en que
interactúan paciente y terapeuta:
- Distancia, desarrollada mediante la combinación de distintas herramientas.
- Terapia tradicional con uso de herramientas tecnológicas como complemento entre sesiones.
- Terapia tradicional con aplicaciones de realidad virtual en consultorio.
En el primer caso, el proceso terapéutico se realiza completamente a distancia. El paciente debe
contar con todas las herramientas tecnológicas -incluidos los entornos gráficos de 3D si se aplica
realidad virtual- necesarias para llevar adelante el proceso terapéutico. Este requerimiento se
debe explicitar al paciente al inicio de la terapia y, si fuera preciso, se debe brindar asistencia
técnica para la familiarización con las herramientas a utilizar. Esto es lo que puede denominarse
terapia on-line (Derring-Palumbo & Zenje, 2005).
En el segundo caso, se complementa la terapia tradicional con el uso de herramientas tecnológicas
entre sesiones o para resolver situaciones de crisis. Se usa, por ejemplo, el correo electrónico para
enviar materiales de lectura al paciente o que éste envíe sus producciones escritas al terapeuta,
o la computadora para la resolución de tests informatizados, o el chat para conversar en una
situación crítica, etc. En todos los casos, estas herramientas deben incluirse sin alterar la alianza
paciente-terapeuta. Tanto en el primer como en el segundo caso, deben utilizarse herramientas
de comunicación sincrónicas (el feedback emisor-receptor es instantáneo, siendo fundamental la
espontaneidad en los mensajes) y asincrónicas (entre la emisión y la recepción del mensaje hay un
lapso de tiempo relativo) combinadas, para asegurar un feedback adecuado con el paciente.
Por último, encontramos la terapia tradicional efectuada en consultorio, complementada y
potenciada mediante el uso de la Realidad Virtual (RV), utilizada dentro de una sesión tradicional
ayuda a implementar y aumentar la efectividad de las técnicas de imaginación, o para la
refuncionalización de distintos procesos psicológicos en neuropsicología, entre otras opciones.
Dada la importancia de la técnica de RV en la actualidad, le dedicamos un apartado especial; de
las tres formas de aplicar ciberterapia, esta es la que más efectividad ha demostrado, y a nivel
internacional, su desarrollo lleva más de una década.
Realidad Virtual
Existen distintas definiciones sobre RV, así como también distintos términos para nombrarla -
tales como realidad sintética y ambientes o mundos virtuales-. Siguiendo a Santalices Malfanti
(2001), consideramos la RV como una tecnología que genera entornos artificiales tridimensionales
a través de la computadora, dentro de los que el sujeto acciona de forma activa y en tiempo real a
través de los sentidos (vista, tacto y oído), de forma tal que puede modificar dichos entornos como
si fueran reales, produciéndose, así, una percepción de inmersión en el espacio virtual semejante a
la percepción de presencia en el mundo real.
Según Stuart (2001), un sistema de RV es una interfaz humano-computadora que provee de
entornos sintéticos, tridimensionales, multisensoriales, interactivos e inmersivos. Sintéticos en
tanto son generados por un sistema de computación; tridimensionales porque el ambiente parece
rodear al usuario y provee sensaciones de profundidad y movimiento; son multisensoriales al
estimular dos o más sentidos del usuario; interactivos por la interacción que permite entre el
usuario y la aplicación, guiados por las entradas del usuario; inmersivos porque el usuario siente
que está dentro de un entorno real.
No obstante, estas características son discutibles, ya que existen dos tipos de RV: Inmersiva y Noinmersiva. Tal como señalan Ramos, Larios, Cervantes y Leriche (2007), los ambientes virtuales
inmersivos son espacios tridimensionales generados por computadora en los que el usuario puede
interactuar y le producen la sensación de “estar dentro”, gracias al uso de dispositivos especiales;
en cambio, los ambientes no-inmersivos son sistemas tridimensionales, con alto grado de
interactividad y acceso desde páginas web, pero carentes de la sensación de presencia y realidad.
Sobre los aspectos técnicos
Como puede inferirse de todo lo anterior, en Ciberterapia, durante el proceso terapéutico, es
posible utilizar distintos recursos tecnológicos.
Pueden describirse casos y aplicaciones específicas de las distintas herramientas informáticas
y de comunicación aplicables en ciberterapia. Dentro de las herramientas de comunicación
asincrónicas, se encuentran el correo electrónico, los foros de discusión, los blogs y las páginas
personales. Por ejemplo, mediante el correo electrónico el paciente envía material de producción
personal y el terapeuta puntualiza, interroga y/o da directivas.
Los mensajes instantáneos, las conversaciones on-line (chat), las videoconferencias y los SMS
cuentan como herramientas de comunicación sincrónica. Mediante el chat y los mensajes
instantáneos, por su inmediatez y espontaneidad, es posible resolver crisis de angustia y ansiedad,
por ejemplo. El uso de dispositivos como cámaras web y micrófonos facilita la interacción y el
contacto visual cuando el paciente así lo requiere.
En cuanto a la tecnología de RV, sus aplicaciones actuales son las más desarrolladas y sus
resultados aparecen como los más efectivos. la efectividad además sería mayor en la RV inmersiva,
aunque sea más costosa por los dispositivos que requiere. Esta tecnología puede proveer
estímulos que de otras formas no pueden generarse, o su generación es muy costosa, compleja
o imposible dentro del ámbito psicoterapéutico tradicional. Esto es particularmente beneficioso
para la rehabilitación neuropsicológica, ya que es posible favorecer la refuncionalización ecológica.
El diseño y especificación de los aspectos técnicos del soporte a utilizar son básicos. Cuando
se trabaja con una plataforma o una página web; estética, claridad, tamaño y lo atractivo de la
presentación son aspectos que deben cuidarse. El paso inicial en el análisis de la implementación
es describir cuáles serán los objetivos y las metas a cumplir, la clase de tratamiento que se
brindará y el tipo de trastornos que se atenderán; también si el tratamiento será directivo o si el
terapeuta solo actuará como guía en un proceso de autoayuda. Asimismo, deben establecerse
la forma en que se efectuarán los diagnósticos, protocolo de seguimiento, pago de honorarios,
evaluación de los resultados, etc.
Debido a que la ciberterapia se sustenta en el uso de tecnologías, el terapeuta debe especificar
al paciente el tipo de hardware y/o software que necesitará para el correcto funcionamiento de
las distintas herramientas a usar. También debe garantizarse la asistencia técnica en el uso de
aplicaciones muy específicas, particularmente en el uso de RV si es que se aplica en la terapia a
distancia. Imágenes, animaciones, textos, audios, entornos virtuales, etc., que se utilizarán como
estimulación deben ser elegidos cuidadosamente no sólo en cuanto a su calidad estimular, sino
también en relación a aspectos como el tamaño del archivo informático generado. Por otro lado,
debe considerarse la forma de controlar la actividad del paciente; el manejo de bases de datos es
esencial para tener registros actualizados y continuos, pero resguardando la información fuera del
ciberespacio.
Podrían señalarse muchos ejemplos de uso de las herramientas tecnológicas. Sin embargo, sería
extenso describir la aplicación de todas y cada una de las herramientas en ciberterapia. Por ello,
sugerimos al lector interesado acceda a bibliografía especializada. Rey, Alcañiz y Lozano (2004)
compararon la efectividad de la aplicación de cada herramienta, tales como las ventajas de las
conversaciones on-line sobre los correos electrónicos. Una comparación de distintas aplicaciones
para un mismo uso (ej: MSN e ICQ para conversaciones on-line) puede encontrarse en el texto de
Castelnuovo, Gaggioli y Riva (2002). Ambos textos deben ser analizados por quienes se interesen
en la ciberterapia, en tanto hay detalles técnicos que deben ser tenidos en cuenta cuando se
pretende implementar algún servicio ciberterapeútico basado en el uso de redes de comunicación.
Para una acabada explicación de los usos de la RV sugerimos el texto de Botella, Quero, Baños,
Perpiñá, García y Riva (2006), y para una exposición completa sobre su uso en neuropsicología,
sugerimos el texto de Morganti (2006).
Medición de efectividad
En psicología, la efectividad de una terapia remite a la utilidad clínica de las intervenciones, que,
en términos amplios, incluye la generalizabilidad de los resultados, la viabilidad de la intervención
y la eficiencia (Bados, García & Fusté, 2002).
Cuando se hace referencia a la efectividad en Ciberterapia, se analiza la misma en función de la
aplicación de las tecnologías en los procesos terapéuticos. Siguiendo lo señalado por Fineberg,
Bauman y Sosman (1997), la efectividad de esta aplicación puede y debe ser medida en distintos
niveles:
- Capacidad técnica
- Exactitud e impacto del diagnóstico
- Impacto terapéutico
- Resultados obtenidos
En cuanto a la capacidad técnica, ninguna de las herramientas tecnológicas utilizadas es efectiva
por sí sola. Es la integración (combinación y balance) de varias herramientas y con distintos fines
lo que permite obtener logros reales. El éxito depende también de aspectos tales como la interfaz
de interacción utilizada; por ejemplo, si se usa un programa de chat cuyo uso es muy complejo,
la comunicación paciente-terapeuta puede verse interferida por este aspecto que es meramente
técnico. Por consiguiente, integrar a la terapia una herramienta implica decidir primero si la misma
es segura, útil y de fácil manipulación.
El impacto y la exactitud del diagnóstico son estrictamente dependientes del tipo de herramientas
que elija el terapeuta. Aquí estamos refiriéndonos tanto a lo tecnológico como a los instrumentos
de recolección de datos usados. Suele ser importante que se integren dispositivos de audio
y video para disponer de información no verbal, como en una interacción cara a cara. El uso
de tests informatizados es un elemento clave en ciberterapia, ya que facilita la recolección de
datos y agiliza el proceso diagnóstico. Contar con sistemas de almacenamiento y clasificación de
información también es fundamental, aunque sin olvidar aspectos éticos (por ejemplo, tomar
recaudos sobre la información disponible en equipos con conexión a Internet).
El impacto terapéutico está determinado por la combinación de herramienta y problemática a
resolver, lo que debe ser evaluado por el terapeuta en cada caso concreto. Por ejemplo, debe
considerarse qué impacto tiene usar foros de discusión entre sujetos que sufren trastornos de la
alimentación, o qué ventajas puede reportar el uso de un entorno gráfico de 3D (realidad virtual)
en la resolución de una fobia social, y así para cada caso. Esto significa que no debe aplicarse una
herramienta solamente porque se considera que es útil o eficaz; debe evaluarse y verificarse que
lo sea realmente para el paciente con quien se trabaja y en función del trastorno que presenta.
En cuanto a los resultados obtenidos, es preciso señalar que no pueden utilizarse como
indicadores las expresiones del paciente sobre lo cómodo que se siente en una relación terapeutapaciente mediada por tecnología, o que se sorprenda por el uso de la RV en un proceso de
desensibilización. Tampoco tiene que ver con las tecnologías aplicadas per se. En el logro de
resultados lo esencial es la experiencia del terapeuta; es su habilidad como profesional la que
le permitirá diagnosticar correctamente, evaluar el progreso real del paciente o la necesidad
de modificar los objetivos terapéuticos, entre otros. El terapeuta debe considerar también que
hay factores como las actitudes y la autoeficacia hacia las tecnologías (Luque & Avila, 2008) que
podrían alterar los resultados obtenidos.
En resumen, el impacto real de las herramientas tecnológicas en el proceso psicoterapéutico no
depende de las características de las mismas sino de la habilidad que tenga el terapeuta para
integrarlas de manera coherente a sus procedimientos clínicos. Es por esto que el terapeuta
debe ser capaz de interactuar con el paciente en las fracciones temporales que todo proceso
clínico normalmente requiere, siendo importante también que elija herramientas que le permitan
combinar la facilidad de uso con la riqueza comunicacional.
El ciberespacio como espacio terapéutico
Cuando la ciberterapia es completamente desarrollada a distancia, deben considerarse
algunos aspectos referidos al ciberespacio, en tanto espacio donde se despliega el proceso
psicoterapéutico.
Acordando con Suler (2006) y Wallace (2001), el intrincado y complejo mundo creado por las
nuevas tecnologías, permite hablar de la existencia de un espacio social y psicológico llamado
ciberespacio. Este espacio abre un campo nuevo de interacciones personales, que requieren
lecturas específicas desde la psicología social; a la vez, se convierte en un espacio de trabajo que
el psicólogo clínico no puede soslayar. El ciberespacio es un lugar donde las personas interactúan,
se encuentran y se pierden, se aman y se olvidan, juegan, hablan, sienten, deliran. Surgen vínculos
interpersonales, distintos y no tan distintos a los propios de las relaciones “en-persona”1. Las
posibilidades de vinculación y acción dentro del ciberespacio han permitido vislumbrar los
beneficios de implementar terapia psicológica mediada y/o asistida por las nuevas tecnologías. Al
utilizar Internet y sus prestaciones en la psicoterapia, el ciberespacio es el marco de la interacción
paciente-terapeuta; el encuadre terapéutico se produce dentro de ese espacio transicional que
supone una extensión del mundo intrapsíquico del individuo (Suler, 2006).
La ausencia física del terapeuta en el lugar donde se encuentra el paciente no es un obstáculo
para el proceso terapéutico. Es precisamente la relativa invisibilidad del terapeuta la que puede
favorecer en ciertos casos la confidencialidad y la auto-revelación del paciente. Lo esencial es la
calidad de la comunicación que se establezca con entre paciente y terapeuta.
En psicología se acepta que el uso de la palabra es esencial en la psicoterapia, y que tanto en
lo dicho como en lo “no dicho” (es decir, los gestos, los silencios, el llanto, etc.) se expresan los
conflictos, las dudas, los problemas, y también se encuentran las soluciones y las respuestas.
Quienes se mantienen escépticos ante la ciberterapia utilizan esto -la importancia de la
información paraverbal- como argumento para rechazar el uso de las tecnologías en las terapias
psicológicas. No obstante, es preciso considerar que, en la ciberterapia a distancia, la información
verbal y paraverbal de la consulta tradicional es sustituida por el estilo y la convicción al escribir,
la capacidad de síntesis, la forma de organizar el texto; las inflexiones del habla y la entonación,
suplidas por el uso de emoticones o mediante recursos audiovisuales. Las prestaciones de Internet
favorecen la rapidez en la transmisión de la información y facilitan el registro de la interacción con
el consultante; la capacidad de almacenamiento de los dispositivos actuales permite conservar
y clasificar la información escrita generada en sesiones de chat, correo electrónico y foros de
discusión, pudiendo combinarla y/o contrastarla con el fin de efectuar un análisis más exhaustivo
del componente verbal -algo más que valorado en la terapia cognitiva-.
Además, como se señaló, las nuevas tecnologías permiten la comunicación sincrónica y
asincrónica. En la ciberterapia, al aplicar herramientas de multimedia se obtienen las ventajas de
la comunicación cara-a-cara (sincrónica); la comunicación asincrónica, por su parte, permite la
reflexión y la elaboración de lo que se expresa. Así, es posible obtener ventajas de la aplicación
combinada de ambos modos de comunicación, de manera que la interacción terapeuta-paciente
no se vea distorsionada aun cuando el vínculo se sostenga en el ciberespacio.
VII.-Recomendaciones
El rechazo o las dificultades para la implementación de la ciberterapia en nuestro ámbito no
responden tanto a aspectos técnicos o éticos como a prejuicios y mitos difíciles de derribar. Sin
embargo, si consideramos que las capacidades de las nuevas tecnologías expanden los caminos
por los cuales pueden proveerse tratamientos y, a la vez, tenemos en cuenta que aquellas han
impactado y modificado en muchos sentidos nuestra vida cotidiana, es lógico esperar que el
psicólogo innove su praxis incorporándolas en distintos sentidos.
Por consiguiente, los psicólogos tenemos ante nosotros un desafío que nos impone revisar
las maneras de ejecutar los procedimientos psicoterapéuticos en la actualidad, e incorporar
paulatinamente a los mismos los adelantos técnicos que han mostrado efectividad en otros
contextos.
VIII.-Conclusiones
La importancia de este sitio web en el ciberespacio es porque este es un lugar donde las personas
interactúan, se encuentran, juegan, hablan, se informan, etc. surgiendo vínculos interpersonales,
distintos a los desarrollados en forma personal. Las posibilidades de vinculación y acción dentro
del ciberespacio han permitido vislumbrar los beneficios de implementar terapia psicológica
mediada y/o asistida por las nuevas tecnologías. Al utilizar Internet y sus prestaciones en la
psicoterapia, el ciberespacio es el marco de la interacción paciente-terapeuta; el encuadre
terapéutico se produce dentro de ese espacio transicional que supone una extensión del mundo
intrapsíquico del individuo.
IX.- Bibliografía
http://www.proweblogs.com/archivos/lo-basico/que-es-podcasting-y-como-utilizarlo/
https://sites.google.com/site/podcastenciberterapia/introduccion/ciberterapia--ventajas-ydesventajas
http://www.psicologiacientifica.com/ciberterapia-realidad-virtual-psicologia/